Eugenio Guzmán y plebiscito: «Hay mucha volatilidad en la intención de voto»

El decano de la Facultad de Gobierno de la UDD e investigador a cargo de la investigación Panel Ciudadano, Eugenio Guzmán, dice que esta elección estará marcada por la volatilidad de las intenciones de voto, donde las últimas tres semanas serán cruciales. “Él piensa que el gobierno es la institución más poderosa del país. Tiene millones de recursos simbólicos y económicos. Y es el que hizo la apuesta más fuerte”, asegura.
-¿Cuáles son las tendencias a largo plazo que ve para el plebiscito?
-Si miramos los análisis mes a mes, obviamente hay una tendencia al alza en Rechazo, pero con una desviación ligeramente reducida de Aprobación que también va en aumento. Al mismo tiempo, hay una disminución de los indecisos, los que no saben o no van a votar. Y esto puede llegar hoy, al 12% o al 14%.
Ahora bien, una cosa son los que declaran su preferencia por Aprobar o Rechazar, y otra cuestión es cuántos de ellos votarán. Porque hay gente hoy que declara una preferencia pero que probablemente no va a votar.
¿Hay formas de estimar esto?
-Sí, pero todas las fórmulas están sujetas a ciertos niveles de error. Y ese va a ser un tema central.
-En la última Cadem el Rechazo pierde 5 puntos, ¿es eso suficientemente significativo?
-Es que si lo ves semana tras semana, hay más variaciones. Hay otro fenómeno sobre el que podemos trabajar bien, porque las personas que nos contestan son las mismas. Por ejemplo, si te hice la pregunta hace un mes y una semana después te vuelvo a hacer la misma pregunta, puedo ver si has cambiado de opinión. Y esa es la ventaja de un panel, en que sé quiénes son los individuos. Si observa las últimas 10 mediciones, hay un 20% de personas que han cambiado de opinión cuatro o cinco veces o incluso más. Primero dijo que votaría Aprobar, luego Rechazar, luego dijo No sé.
– ¿Hay mucha volatilidad en la intención de voto?
-Claro que hay mucha volatilidad en las intenciones de voto. Por eso es tan cambiante. Y este fenómeno se manifestará con menor intensidad, en la medida que se intensifique la campaña. Hoy se declara una obligación, se propone feriado el 16 de septiembre, son hechos que pueden repercutir. Cuando el gobierno también se equivoca.
– Se dice que la gente está polarizada, politizada, pero tal vez eso sea un reflejo de lo que sucede en las redes sociales. ¿Cuál es tu opinión?
-Las redes sociales son el gran escenario de la guerra sin cuartel, no es nueva. La gran mayoría de la gente no está politizada. No es cierto que esté politizado. Tal vez por el ciclo en el que estamos, ella está un poco más en la política, pero en general la gente se aburre con la política y es difícil para los encuestadores hablar de política, muchas veces.
-Esta caída del Rechazo, según Cadem, ¿está ligada a que la mayoría de los convencionalistas ya se han quedado callados? Aunque Stingo sigue generando polémica…
– Todas estas cosas influyen. No soy un experto en campañas, pero el sentido común nos dice que había gente que hablaba todos los días y que de repente ya no hablaba.
Pero no creo que sea en este caso en particular, porque llevan mucho tiempo callados. De nuevo, esta volatilidad se expresa en que el Rechazo cae 5 puntos, y la brecha con Aprobación se reduce a 8 puntos, pero los Indecisos también aumentan, llegando a 14.
-Los que no saben suben tres puntos, ¿es curioso?
-Lo concreto es que estos altibajos se van a dar. Esta elección es frágil en cuanto a sus resultados.
-¿Porque?
-Porque hay incertidumbre: muchas veces la gente no sabe por qué votar. Imagina lo siguiente: ¿cuántas personas votaron en las últimas elecciones? Alrededor de 8 millones. Resulta que los inscritos son 15 millones. Es decir, faltan 7 millones más. A esta cifra resta un millón, que probablemente sean inscripciones erróneas, gente que está en el extranjero… Todavía hay 6 millones de personas que nunca han votado o que no han mostrado interés en ir a votar. Es poco probable que voten muchos de los que declaran una preferencia. Muchos que dicen que tampoco saben.
– ¿Esta fragilidad se mantendrá hasta el final?
-Todavía es una elección frágil, y lo seguirá siendo hasta más tarde. Agregue lo que sabemos en Chile y otros países, como Estados Unidos y Canadá, que las últimas tres semanas son muy críticas para definir un resultado. En 20 o 15 días, los hechos que ocurrirán serán muy relevantes. Y no es culpa de las encuestas. Si las encuestas son una foto de un día. Un dato puede cambiarlo todo, si no se le pregunta a los españoles con Atocha (cuando el gobierno de Aznar culpó a ETA del atentado, que no era cierto, y dejó ganar a los socialistas).
-Daniel Jadue dijo que las encuestas se equivocaron en el referéndum de entrada, lo cual está mal.
-Los resultados que mostramos fueron correctos, como otras encuestas. Yo le diría que hay un problema desde el punto de vista político. Hay un debate sobre la influencia de las encuestas. Si hubiera muchos políticos o líderes, sería mejor que no hubiera información. Por eso pensamos que las encuestas moverán los resultados. Lo cierto es que las encuestas no mueven los resultados. Las encuestas muestran imagen por imagen lo que está sucediendo en un momento determinado.
Lo que sucede es que ciertas tendencias se instalan o se rompen de repente. Para la política, un argumento que se usa a menudo es que las encuestas cambian o influyen en las opiniones de las personas. La verdad es no. Quizás en un individuo sí, pero en un individuo que es oportunista. Pero la mayoría de la gente no lo es.
-¿Va a ser un resultado reñido?
-Hoy creo que será así, habrá muchos cambios.
-One Minute, publicado por Ex-Ante, entregó varias «recomendaciones» para difundir la aprobación.
-Piensa en el gobierno como la institución, corporación o como quieras llamarlo más poderosa del país. Tiene millones de recursos simbólicos y económicos. Obviamente, la apuesta más fuerte fue el propio gobierno. El ánimo del gobierno para que el resultado sea Apruebo va a ser muy grande. Será obvio. Hace unos meses se dijo que no se iba a dar ningún bono y apareció un bono. Se decía que La Moneda iba a pasar por lo que pasó, y la verdad parece ser que no es así. Obviamente va a ser muy competitivo.
Una cosa interesante es que no he visto una campaña gubernamental fuerte en el sentido de que la gente vaya a votar. Durante mucho tiempo, durante las elecciones presidenciales o legislativas, se animaba a la gente a acudir a las urnas. No sucedió esta vez. Probablemente se deba a la sensación de que si vota más gente, el resultado será el rechazo.
-El mismo acta recomendó identificar el rechazo con Piñera y Kast.
-Obvio. Por supuesto, no conviene que el Rechazo se identifique con ellos, este es un factor relevante. Lo mismo que hablar de la Constitución de Pinochet. El mismo Boric usó este concepto. Son fórmulas para enmarcar a alguien oa algo y así prejuzgarlo negativamente. Es una vieja estrategia. La otra parte hace lo mismo, cuando dice que este proyecto de constitución es inútil.
– ¿Cuál será la influencia del voto obligatorio?
-El problema es que no sabemos si la gente cree en el voto obligatorio, ni hay ningún esfuerzo por parte del gobierno para enfatizar esta obligación. Incluso un parlamentario sugirió no imponer multas a los ancianos que no votaron. Qué señal más clara que esa. Tendemos a pensar que las personas mayores son más conservadoras, lo que tampoco es tan cierto.
¿Cuántas personas votarán? difícil de saber En un entorno como el actual, hay muchas reglas que no parecen aplicarse. Durante la pandemia, por ejemplo, se aplicaron pocas sanciones. Romper algunas reglas comenzó a verse como menos costoso.