Juan Pardo, director de Feedback: «La gente ha perdido la fe en la capacidad de Boric para resolver los problemas de la agenda»

El sociólogo Juan Pardo comenta la última encuesta de su empresa que le da al Rechazo una ventaja considerable: 52% contra 34%. “Los ciclos políticos en Chile son cada vez más cortos. Ocho semanas sigue siendo mucho tiempo. Pero éste termina inexorablemente”, dice.
-35% aprueba cómo gobierna Boric. Y la desaprobación aumenta en 27 puntos, alcanzando el 55%. ¿A qué se debe esta caída?
-En nuestra encuesta de marzo de 2022, al inicio del gobierno, observamos que alrededor de un tercio de los encuestados aún esperaban la aprobación del gobierno, por lo que gran parte del aumento en la desaprobación proviene de segmentos que optaron por una calificación negativa. El problema es la brecha que se produce entre la magnitud de los problemas que vive la gente y la capacidad de la política para resolver colectivamente esos problemas. Todos estos son problemas que se han prolongado durante demasiado tiempo y que la política no ha podido abordar de manera efectiva.
Hoy, ante un clima de creciente incertidumbre, vemos que al gobierno le resulta menos posible hacerlo; El presidente Boric de alguna manera concentra esta frustración. Lleva un año sin gobernar y el pueblo ya ha perdido la fe en su capacidad para resolver los temas de la agenda. El programa de gobierno se ve obligado a ceder en los dos temas centrales que impulsan la agenda ciudadana: la economía y la seguridad. El gobierno está enfocado en eso, entonces no es una cuestión de desconexión, es una cuestión de factibilidad de éxito.
-En cambio, apenas un 26% dice estar a favor del gobierno, nueve puntos menos que su aprobación. ¿Revela esto que la base política del presidente es minoritaria y que su victoria en la segunda vuelta se debe más bien a sectores moderados que votaron por él sin compartir sus puntos de vista ideológicos?
-Sin duda, el piso de apoyo de Boric es bajo, pero hay que remitirse a los resultados de la primera vuelta presidencial de 2021 para calibrar los datos: el número de simpatizantes es idéntico al 25,82% que obtuvo Gabriel Boric en la primera vuelta de la Presidencial de 2021, podríamos decir por tanto que es su electorado más duro, donde mantiene apoyos. En un país fragmentado, donde no hay liderazgos que generen mayorías, creo que el presidente Boric hizo lo correcto al tratar de reunir apoyos para construir un consenso más amplio.
El problema es que ella no parece tener suficiente apoyo en su propio sector para impulsar estas agendas mayoritarias, es decir, orientadas a iniciativas más moderadas, dirigidas al centro, donde está la mayoría de los chilenos. Lo está intentando, pero parece que algunos grupos en su propia industria aún no han recibido el mensaje del deterioro de las expectativas, y parece que necesitan ser golpeados aún más fuerte para intentar este giro de manera más decisiva.
-La gente, según la encuesta, prefiere a alguien con don de mando, capaz de manejar el timón con mano firme, liderazgo fuerte. La policía y las fuerzas armadas son las más populares. ¿Hay un giro hacia un ciclo de mayor autoridad o riesgo de autoritarismo populista?
-Al respecto, recomiendo leer el último libro de Cristóbal Bellolio, “El momento populista chileno”, que trata muy bien este fenómeno. Una vez más recurro a los resultados de la última elección presidencial, para ilustrar una coincidencia, el 44% de José Antonio Kast son idénticos al 44% de la opción SI durante el plebiscito de 1988; Veo esto como una señal muy fuerte de que persiste un apoyo significativo a modelos más autoritarios en la sociedad chilena.
En sociedades como la chilena, con partidos políticos que gozan de un nivel de confianza muy bajo, con un crecimiento sostenido en el número de partidos en los últimos tiempos, lo que nos acerca a la situación de otros países de la región, sólo cabe pensar que están fragmentando y derrotando rápidamente a nuestra agotada democracia. En este contexto, los liderazgos dejan de tener un referente ideológico y surgen de acuerdo a circunstancias políticas particulares. Hoy lo que estamos viendo es que los ciclos políticos duran cada vez menos, son más cortos.
Y por lo mismo pasan los liderazgos. En este contexto, la falta de liderazgo es evidente y la gente necesita de alguien con carisma que se ocupe de todo lo que el liderazgo tradicional parece incapaz de resolver. Sin duda es una amenaza. Es por esto que la discusión sobre el sistema político actual que se encuentra en la propuesta de convenio genera controversia. Es necesario equilibrar adecuadamente los poderes del Estado para evitar estas complejas tentaciones populistas.
-72% piensa que la situación económica es mala o muy mala. El 45% del dinero no alcanza para vivir. ¿Cómo explica esto la mala aprobación de Boric?
-La percepción de la situación económica es claramente pesimista y al alza, pues los chilenos sienten la dureza del momento en carne propia, en el bolsillo, donde más les duele, con niveles de inflación afectando su poder adquisitivo y finalmente el nivel de calidad de vida.
Sin duda, el factor económico incide en la aprobación de Boric, pero no es el único elemento que confluye, ya que la agenda de seguridad está al mismo nivel de importancia. Los dos temas son los que tienen en entredicho al gobierno –subrayo, a la política en su conjunto– porque la percepción de que hay voluntad y capacidad para enfrentarlos con fuerza y también para salir adelante es muy débil.
-Por otro lado, el ministro Marcel es el mejor evaluado (con un puntaje de 4.4) y la reforma tributaria obtiene apoyo. ¿Cuáles son las características del Ministro de Hacienda que lo hacen destacar y por qué no lo hace el resto del gabinete?
– Los promedios son implacables; 4.4 no es una buena nota, aunque es suficiente para aprobar; En este caso, señalaría que no solo es el mejor calificado, sino también el único con calificación neta positiva en el gabinete político. El ministro Marcel tiene una determinación admirable. En un momento de tantas ambigüedades y giros, Marcel demuestra que tiene concentración, que convence, que es serio.
-Respecto al plebiscito, el 52% lo rechaza y el 34% lo aprueba, 18 puntos de diferencia. ¿Es una distancia que se puede salvar en los poco menos de dos meses que quedan? ¿De qué dependerá mantener o cambiar la tendencia y cómo influirán las propuestas de reforma que presente la derecha?
– Los ciclos políticos en Chile son cada vez más cortos. Ocho semanas sigue siendo mucho tiempo. Pero inevitablemente termina. Está por ver qué efecto tendrá la campaña sobre los indecisos y cuál será la capacidad de las fuerzas políticas de aprobación para movilizar a los sectores más jóvenes de las aglomeraciones, el único segmento donde prima la aprobación sobre la opción de rechazo. No tiene otra bolsa de votos disponible por el momento, aunque aún puede avanzar en los grupos de indecisos.
Pero queda algo más incierto: por primera vez desde 2009 tenemos un plebiscito con voto obligatorio, y hoy nadie es capaz de predecir cuántos y quiénes votarán. Esto no lo captan correctamente las encuestas y es una duda que nos cruza a todos los que actualmente hacemos encuestas.
-El 46% de los que votan por el rechazo prefieren que a partir del 5 de septiembre una comisión de expertos redacte una nueva carta y luego se vote. ¿Qué impacto ha tenido en la opinión pública el comportamiento de los miembros de la Convención?
-Es una reacción natural al mal desempeño de algunos convencionales que mostraron un bajísimo nivel de desempeño y un alto nivel de notoriedad por sus agravios y falta de institucionalización. Este es quizás uno de los principales factores que aumentó la opción de rechazo.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que aún no existe un debate público relevante sobre las modalidades o alternativas para la redacción de la constitución. Hoy no es posible afirmar definitivamente qué preferiría la gente. Pero obviamente por el momento la sanción de la conducta de ciertos miembros de la Convención ha abierto la puerta a los expertos. Eso sí, con un plebiscito de salida.